Siempre nos enfocamos en QUÉ comemos. Pensamos que es el tipo de comida que elegimos lo que no nos permite bajar de peso o que nos hace subir de peso.
¿Y si analizas bien cuál es el problema? Puede ser que el problema no sea QUÉ como.
En todas las dietas nos dicen cómo mezclar la comida para bajar de peso. Siempre el bajar de peso lo relacionamos con QUE debo comer o QUE no debo comer. Y aunque muchas veces logras bajar de peso, hay un porcentaje muy alto que recupera el peso que perdió y a veces más.
En Estados Unidos se realizó un estudio, con dos grupos de personas en donde se arrojaron resultados interesantes. El primer grupo tenía una dieta con la que bajaban de peso rápido y el segundo grupo tenía una dieta enfocada en bajar de peso lentamente, en un periodo de tiempo largo. El resultado fue que ya sea quienes bajaron rápido de peso tanto como el grupo que perdió peso lentamente, el 70% recuperó el peso perdido, en un lapso de 3 años.
Estos resultados nos dicen que puede ser que el enfoque sea el error.
¿Podrías pensar en otros factores que están anclados a la comida y que también podrían ser la razón de no poder perder peso?
¿CUÁNDO como? Analiza en qué momento comes y las horas en que comes. Si haces un pequeño diario de tus comidas podrás ver a qué hora debes comer. Puede ser que este sea el problema. ¿No tienes horarios adecuados para comer? ¿Comes cuando te sientes aburrido? ¿Empiezas a comer cuando sientes ansiedad?
Cuándo comes puede decir mucho de tu peso.
¿DÓNDE como? ¿Comes sentada en la mesa , dándole la importancia que se merece alimentar a tu cuerpo? O comes de pie, ¿en el escritorio, en el auto? ¿Siempre estás muy ocupado y no tienes tiempo para almorzar?
Buscar el lugar adecuado para comer.
¿Con QUIÉN como? ¿Compartes con alguien tu momento de comer? ¿Haces de este momento un espacio para compartir? ¿Te desconectas de todo y compartes con alguien este momento?
Puedes intentar cambiar uno de estos factores para ver si el resultado es diferente a las dietas tradicionales. Un cambio a la vez podrá ayudarte a encontrar dónde está el error.
Así podrás cambiarlo y tendrás mejores resultados.
La comida debe ser en momento para disfrutar y no para estresarnos. Alimentarnos es parte básica de nuestra vida.
Debe ser un ritual donde disfrutes cada bocado sin tener cargo de conciencia.
Te invito a cambiar tu relación con la comida y a buscar cuál es la real razón por la cual comes.
¡Puede ser que descubras sorpresas interesantes!
